Conoce los beneficios de consumir orégano
El orégano es una hierba caracterizada por tener un sabor fuerte y olor específico, con múltiples usos culinarios, pero también con increíbles cualidades medicinales, ya que es rica en compuestos antioxidantes, antiinflamatorios y antimicrobianos. Esta especia es nativa de Europa, sin embargo, se cultiva y utiliza en muchas partes del mundo.
Es rico en nutrientes como vitaminas A, C, E y K, y minerales como hierro, manganeso y calcio. Entre sus principales beneficios está que protege las células del daño oxidativo, fortalece el sistema inmunológico, apoya la salud respiratoria, regula el azúcar en la sangre al estabilizar los niveles de glucosa, contribuye a la circulación mediante la dilatación de los vasos sanguíneos mejorando el flujo de sangre en el cuerpo.
El orégano tiene múltiples beneficios, entre ellos ayuda a combatir tres tipos de enfermedades gracias a sus principales compuestos antioxidantes, antiinflamatorios y antimicrobianos.
- Infecciones bacterianas: el orégano contiene carvacrol y el timol, que tienen propiedades antimicrobianas que pueden combatir bacterias y hongos dañinos. De tal manera que estas sustancias presentes en esta especia ayudan a reducir enfermedades bacterianas.
- Problemas digestivos: debido a las propiedades carminativas presentes en el orégano, actúa como un digestivo natural, ayudando a aliviar síntomas de indigestión, gases y malestar estomacal, contribuyendo a tu salud intestinal.
- Inflamación: el orégano es una fuente de antioxidantes, cuyo principal componente es el ácido rosmarínico, el cual contribuye a reducir la inflamación del cuerpo, y que puede ser beneficioso para la artritis y otras enfermedades crónicas.
El orégano se puede aprovechar de diversas formas para obtener sus beneficios medicinales, por ejemplo, se puede utilizar seco o fresco como condimento de alimentos como sopas, salsas, guisos y adobos. También puedes puedes preparar una infusión con hojas secas de orégano, al dejarlas unos minutos en una taza con agua caliente y luego colar para beber.
De igual manera, puedes hacer un cataplasma con hojas frescas de orégano trituradas y aplicarlas directamente sobre la zona inflamada, o bien, existe un aceite esencial de orégano en el que están presentes sus compuestos activos como el carvacrol y el timol, que tienen potentes propiedades antimicrobianas, para ello debes diluir el aceite en agua y luego aplicar para hacer un pequeño masaje en la zona afectada.
Fuente: HERALDO DE MÉXICO.